Wednesday, July 16, 2008

Gemelos




Hace unos meses se anunció que Guillermo del Toro y Peter Jackson combinarían sus respectivas imaginaciones en las nuevas películas basadas en la novela The Hobbit de Tolkien. Recordando la fisonomía de cada director, no pude menos asombrarme de las similitudes. Así busqué en los archivos digitales del oráculo - aka Google - lo cual confirmó mis sospechas. Del Toro y Jackson son idénticos. Más aún si consideramos la trayectoría de sus vida y carrera: nacieron en los albores de los sesenta, has sido acogidos por su visión gótica de la sociedad y comparten un afán por la fantasía. Dichas coincidencias me sugieren varias posibles explicaciones.

La primera posibilidad sugeriría que las circunstancias vitales causaron la similitud. A los dos les encantaba la lectura de ciencia ficción y fantasía. Podemos postular que una juventud de esta índole aumentaría el peso y desbarataría un físico más atlético.

Una segunda posibilidad, menos plausible pero más afín a la nota amarrila y por ello más llamativo, indicaría que los directores son, en realidad, gemelos separados al nacer. Su reencuentro al timón de las películas Hobbit sería el espectáculo de la década. Maury Povich o Oprah Winfrey podría auspiciar la reunión entre mares de lágrimas, globos y tiernos abrazos fraternales.

Existe, más allá del parentesco genético, una tercer posibilidad, una que sólo puede calificarse de borgeana. Borges arguía a menudo que la misma influencia divina obra en las almas de hombres de distintas épocas. Así poetas de diferentes momentos pueden escribir la misma obra, no por la universalidad del tema, sino por la del espíritu poético. Pero Borges, que yo sepa, nunca indagó en la posibilidad de que esa influencia platónica existiera en dos seres contemporáneos. Puede ser que tanto Del Toro como Jackson nacieron con las antenas sintonizadas a una misma onda sonora y creativa. Y así, era inevitable que coincidieran en algún momento.

La última teoría que se me ocurre, y tal vez la por la que más me inclino en este momento, es aún más radical. Si bien podemos hablar de gemelos familiares, así mismo podemos especular sobre la existencia de genios gemelos. Equivaldría una relación binaria, simbiótica, no totalmente carente de cierto genio autónomo, pero eso sí, dependiente de otra inteligencia para complementarse o completarse. Esto es especialmente visible en la música. Deténgase un momento para considerar los casos de Robert Plant y Jimmy Page o Mick Jagger y Keith Richards.

La carrera de Jackson era todo menos espectacular hasta toparse con una compañía productora que osara financiar la serie de Señor de los anillos. Después, King Kong por emocionante que fueran las escenas de acción, no pudo alcanzar el nivel de tensión, de entrega, como lo hizo en la serie. Jackson, al parecer, necesita de grandes colaboradores. Tolkien, pésimo escritor que era, contaba con una prodigiosa imaginación, y de ese imaginario se alimenta Jackson. Asimismo, Del Toro gozó de un éxito fenomenal con Espinazo del diablo y El laberinto del fauno, siendo estas dos películas gemelas entre sí. Pero El orfanato reveló que no puede distanciarse a solas de la misma trama. En cuanto a sus producciones en Estados Unidos, como Jackson, Del Toro necesitaba depender de una excelente tira de caricaturas para crear Hellboy y la franquisa establecida - también de una comic - Blade. En ambos casos, el director no ha sido el motor imaginativo que ha creado ex nihilo la trama, sino ha podido gracias a impresionantes facultades creativas tornar estos episodios literarios en producciones fílmicas. Todo lo cual me lleva a preguntar qué cuál el efecto de combinar estos genios para la mega-producción que será la próxima entrega tolkienesca.

No comments: